sábado, 6 de febrero de 2010
trance
Me interceptó el diablo en sus ojos
y yo dejé que me declaren la guerra
en su espalda sin paz
la noche siguió
sicodélica
obnubilándome en sus lunares
como joyas apagadas
incitándome a beber el veneno letal
de su cuello transpirado
y hacia el sur
su descarga a quemarropa
su ola rompiéndose en mi piedra nunca inmaculada
y la soledad anunciándose en la puerta
del suspiro que llega a su final
lunes, 25 de enero de 2010
pronto
Creer en tus ojos
sólo cuando se te caen los párpados
Temerle a la inercia que nos galopa
Fingir que las arenas no caen
como si fuera fácil no clavarle los ojos
al rel oj
y a sus agujas
que también se nos clavan
Andar
con la frente en alto
y las rodillas débiles
con la sonrisa intacta
y la lengua mordida
Andar por la vida
(como si la vida no nos anduviese encima)
Pronto
le soltaré el cabello a los gritos en mi garganta
a la mirada
misiva
le pondré rimel y delineador
Me pintaré de rojo los labios
aunque siga pronunciado tu nombre
Me fumaré un cigarro tranquila
como si la soledad nunca me fuese a asfixiar
viernes, 1 de enero de 2010
navidad
Navidad.
Ni aquí ni ahora.
Vana promesa
De otro calor y nuevo descubrimiento
Se deshace bajo la hora que anochece.
¿Brillan las luces en el cielo?
Siempre brillaron.
De esa vieja ilusión desengañémonos:
Es día de navidad. No pasa nada.
sábado, 11 de julio de 2009
Ya no
Ya no es de harina este abrazo.
Se nos deshace en arrugas
Se nos cae
sutil
como los párpados cansados.
Hay un Atlántico separándonos las espaldas.
La luz del día me apunta, amenazante.
Se van velando los negativos de tu voz
y ya no se si son reales estas fotos de la felicidad.
viernes, 29 de mayo de 2009
para justificar la lluvia
.
Dejar que llueva
que se destiña la nostalgia,
que se hagan confidentes los paraguas
al rozar de sus perfiles,
que el olor a pasto mojado
me rebalse el alma,
que la tierra húmeda me invite a
garabatearle huellas
y que las raíces,
frágiles
se abracen bajo la tierra.
Dejar que llueva
aunque se multipliquen las horas,
declararles la guerra con
chocolate caliente
o darle tregua con
un simple té.
Esperar el húmedo anochecer.
Detener el reloj de arena.
Jugar a la escondida con tu sombra
y dejarme vencer.
Dejar que llueva
para templarte el alma y
tener que desnudarte,
desafiar el viento con el trópico de los cuerpos
y ese frío de la lluvia,
por calor.
Dejar que las pestañas se mojen, hasta
caerse los párpados,
calcular la frecuencia de las gotas
y amarnos a su ritmo.
Dejar que llueva
que se sumen más charcos, allí
afuera
aquí
nosotros
nos estamos secando.
martes, 26 de mayo de 2009
llueve
.
Llueve.
Espero a que el olor me atraviese los poros,
me puntee la garganta.
La luz se escapa.
Amenaza con huir por las rendijas del asfalto
para llevarse consigo un mundo,
expectante.
Somos dos.
Disimulo.
Camino hasta que las rodillas me pesan y se doblan.
No quieren ser testigo de la danza con la que se presenta la completa oscuridad.
Ya no puedo levantarme
y ahora me llueve en las mejillas las ganas truncas de bailar con ella.
martes, 12 de mayo de 2009
FRÍO
Para tomar café a manotazos
Para extrañarte entre los senos
Para que me queme la garganta
el vino que no tomamos
¿Para eso se ha hecho el frío?
Y que amanezca con la noche en las pestañas
Y que las horas duelan largas
Y que los vacíos tengan más espacios
Para que amenace la asfixia del sudor
empañado
Para que el silencio
gris
tiña las siestas
Para que me perfore la piel el perfume del tabaco
Y que las plazas sufran el exilio
Y que haya en los bares sólo lugar para un alfiler
y no entren más acongojados
Que los suspiros se congelen
antes de llegar a tu cuello
Que con el hambre de sus mediodías
la angustia baile en el salón de las entrañas
Y presenciar,
mientras se congelan las ganas,
cómo se me desatan los cordones del alma
y huyen los pájaros
y se quedan los cuervos.